26. Primeras sonrisas

El sonido de su comunicador hizo reaccionar al Capitán, aquel sonido de su comunicador le hizo falta para romper la espiral de tristeza dónde había caído. Lo miró, dejo ir una débil sonrisa, parecía como si cada vez que el mundo se desvanecía aparecían unos amigos suyos. Cierto eran otra vez los amigos de Dulalu.

La nota era de Wizard, donde le decía que habían salido detrás de él para ayudarlo y que por favor los esperase. Venían con él, el bardo, el hada Goba y tres Duendecillas más. El capitán después de leerlo fue a la habitación de las Duendecillas, las encontró entretenidas practicando aquello que había visto tantas veces y el no entendía pero no obstante le fascinaba aquella danza de colores y posiciones que llenaban el espacio caleidoscópicamente. Les explicó que venían sus amigos de Dulalu. Las Duendecillas sonrieron y manifestaron su alegría a lo que decía el capitán. Y decidieron entre todos salir a la búsqueda de la nave que venía y de esta manera ahuyentar a los piratas.

A la salida de Tander encontraron a Levi que les cortó el camino. El Capitán tenía prisa y le dijo amablemente que iba en busca de unos amigos, Levi les dijo que les daría la salida de su nave. El Capitán llegó a su nave y abrió las compuertas donde entraron las Duendecillas, en aquel momento miró al cielo y se encontró la luz que llegaba de Nacumian y la miró tristemente. Como por arte de magia volvía a sonar el comunicador un único toque, el Capitán miró el comunicador venía de Nacumian, en ese momento semblante cambió y rió por primera vez desde hacía tiempo. Intentó comunicar con Nacumian pero las interferencias del lugar le impidieron comunicarse. Decidió emprender rumbo hacia la búsqueda de sus amigos y llamar a ese comunicador de Nacumian más tarde.

Grimm(2007)