La ciudad de los árboles . El hada y yo

- Quiero decir
- Ummm...
- si, si percibo el olor de las violetas
- Ummm...
- y de esas otras flores; sí, las silvestres
- Umm… los lirios, las orquídeas también son bonitos; todos servirían para adornar su pelo
- Aquí no entra ni una pizca de aire, esta muy enmatojado y enmarañado. Parece que los árboles cuando quieren no dejan entrar la luz. La luz es suave, calienta sólo agradablemente
- Para poder entrar seguí un camino único, me atacaron muchos hasta que pude oler el suave aroma de cada flor y sentir el aire puro, todo fue paz
- Desde entonces empecé a saludar a las más bellas criaturas jamás vistas. Las que no revoloteaban, saltaban como liebres, aunque eran pequeñas e iban de flor en flor
- En ese preciso momento una luz se me avanzaba loca daba tumbos y a veces se recogía como en espiral, miraba de seguirla pero parecía alegre y con prisa
- De repente mil conejos como los de Alícia* miraban sus relojes corrían desesperados como atraídos por algo más que una zanahoria
- La luz seguía danzando un baile alegre, iba delante y atrás, como el vaivén de las olas que chocan con la orilla de la playa.
- Pocas veces se movía hacía los lados, pero cuando lo hacía tenía que corretear mucho para poder seguirla
- Los conejos subyugados por esa preciosa luz también la seguían desesperadamente como si quisieran ganarse entre ellos o a la luz
- Pero, pero, se apagó la luz, se quedo oscuro
- Yo estaba tranquilo, todo estaba lleno de ese remanso de paz al que no puedes ver ni un peligro ya que no existe
- En ese preciso momento las luciérnagas llenaron el espacio de luz visible para mí, señalando el camino con un arco iris y pensé que al final encontraría un Leprechauns
- Entonces cuando me puse a correr como desesperado al igual que los conejos de Carroll
- Corría y veía mis pies correr, pero al mismo tiempo todo corría me avanzaba y no daba fe a ello pero volví a ver a lo lejos, allá estaba mi hada Blanca con ese traje púrpura rodeado de estrellas que me había llamado tanto la atención en la casa de los vampiros
- Curiosamente yo no avanzaba pero el hada si avanzaba hacia mí, aunque estaba quieta.
- Al final llegué a su lado, fui a secarme el sudor como era lógico después de tanto correr y comprobé que estaba totalmente seco
- No había sudor por ninguna parte, eso si estaba cansado de correr tanto
- Pero como diría estaba muy bien, muy a gusto, como flotando

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* Alícia ¿con acento?, pues verás,…. esta sí que lleva

Grimm(2009)