36. ¡Acercaos Piratas!

Continuó alejándose más allá de Tander, volviendo a la ruta donde había encontrado los piratas. Se iba acercando a la zona libre y sabía que tarde o pronto tendría la visita desagradable de uno de ellos. Estaba decidido a acabar con su vida y no encontraba mejor forma que luchando. Así que dejo el piloto automático en esa dirección.

Tardaría un día viajando e iba preparándose para encontrarlos sabía que iba solo y esta vez no tendría la ayuda de las Duendecillas.

Las horas pasaban y había repetido tantas veces “Te quiero Princesa” que ya pensaba que su princesa lo estaba oyendo. Incluso lanzaba verdaderos monólogos, preguntas de ¿Por qué? Sin obtener en ningún momento respuesta alguna, en esos momentos se daba cuenta de que estaba solo, lanzaba una lágrima y se ponía a cantar a su Princesa. Pero siempre como cada día lanzaba su botella con una flor y un mensaje.

A veces se oía la voz artificial de los comandos de la nave para decir como iba el progreso del viaje.

Esta vez eso si el capitán estaba fuerte y los piratas no podrían vencerlo psíquicamente.

La nave prosiguió su camino hasta que dio la alarma de avistar una nave lo lejos pero en una dirección inesperada, eso lo alertó. Al rato observó que las ondas que llegaban daba una identidad desconocida para él pero que no correspondía a los piratas. El capitán volvió tranquilamente al trabajo de ir preparando todo su material de defensa para que de esa manera los piratas no lograran entrar a su nave y atraparlo. La única intención del Capitán era morir y que su nave fuera destruida pero nunca capturada.

Horas más tarde la nave detectó una ligera señal, ahora si era una señal de una nave pirata que parecía haberse dado cuenta de su presencia e iban en dirección hacia su nave. Las maniobras habían empezado a lo lejos aún seguía la señal de la nave que había detectado pero no lograba definir su código. Era un código extraño y al parecer como estaba muy lejos no le quedaba en la visual de su nave.

La nave pirata continuaba acercándose y enviaba ya señales a la nave del capitán de que iba a ser invadido, el capitán se rió. Ciertamente los piratas no sabían aun lo que encontrarían.

Los piratas veían que la nave del Capitán se dirigía a ellos, sin ningún temor y estaban inquietos. Cuando estaban cerca observó que los piratas tenían tres naves y que realmente le podrían hacer daño. Fue entonces cuando ya teniéndolos muy cerca puso su escudo de invisibilidad y empezó a moverse rápidamente.

Grimm(2008)